lunes, 30 de agosto de 2010

lunes, 2 de agosto de 2010

Madrugar...




Hace días no paso por aquí, creo que es la misma sensación de tener el cuerpo dividido en la nada. Son y han sido tardes de armonía cósmica… jajaja que divertida esa frase con tono a hippie… entre Bach y Massenet, un poco de teoría M, entender que el plano cartesiano se puede dividir en once, dos libros malos, uno espectacularmente divertido, se acabaron los días que componen la huida, ahora de vuelta a todo, una pierna que no quiere trabajar como debe, el suelo que es traicionero, el aire que no se resuelve entrar en la cavidad de manera útil, el bamboleo que es miserable.

El desesperado menosprecio por todos y por todo, es la equivalencia de que en realidad no hay satisfacción si se busca. Resulta desesperada la búsqueda, por que en realidad me gustaría que al cerrar la puerta de mi casa, alguien me importara un cuarto de litro de lo que me importa mi vida de encierro.

Una hoja en blanco, ahora un lápiz, después un rato de ver la pared mientras escarbo algo en la cabeza, pasa ella, pasan ellas, me hacen sonreír… grito que me alcancen un libro, lo lanzan en medio de una carcajada, camino hacia él, lo recojo, y lo devuelvo de la misma manera, el libro grita en el aire, mientras la voz cambia de puesto en el fondo de la biblioteca…

Luciana, corre… eso dice el arranque del octavo intento de ese miserable capítulo.