miércoles, 30 de junio de 2010

Otro día...




Reconozco que nada he hecho para resultar indemne de esta labor, por el contrario, he acudido a los mejores lugares para deshacerme sin cuidado alguno. Fui donde se extingue todo, incluso las palabras que ellos saben de memoria y usan como fuente de justificación; así, incluso no ha bastado para salir ileso de mi propia trampa, esa que no monté una noche buscando animal furioso. Fui de nuevo a ver mi rostro, pasé una mano sobre mi cara, una y otra vez, con intranquilidad, mediando los golpes a sabiendas de la mancha y del disgusto… no me ves, hace tanto que no me veo en ese rostro tranquilo, la que es palabra desaparece y se lava las manos, no quiere que la vean conmigo… pobre, todos tan pobres, sin mucha lucidez. Sé lucido, como la danza, como los rostros deshechos en seda… no olvides la iniciación, lo que dejabas en una tarde de ese otoño que no conozco aún. Sé lucido y devuelve su alma a la vergüenza de saberse pena u olvido, eso no lo sabemos, ella es lo que aparece en ese momento de asomar el camino sobre el espejo…

miércoles, 23 de junio de 2010

Veamos...





Cada vez peor o mejor, eso depende de todo lo que debe depender la sentencia de estar. Y mi obsesión con el estar y aparecer en campos cultivados por mal abono. Un trozo de madera sin pulir, un tronco que llegó de no se donde a la costa. El mar hace tanto que no lo veo, extraño ser extraño en todo lugar, evitar la familiaridad de ellos, la mía misma sobre el permiso que me otorgan, sucio que me veo y estoy.
Insomnio: El sueño ya no es refugio. Ya no se donde esconderme de la silueta que se asoma sobre los hombros, un poco más allá de mi.

Inquietud: otra palabra con I

Inicuo: es muy grande, demasiado para mi…

Paso a la parte de la partitura en la que me dicen: Señor, oh nuestro Señor, y lo imagino sobre las teclas de un gran órgano, llenando sus tubos de vida… sacudiendo su verga con ánimo sobre las notas de Dios… ellos abajo, bajo nuestro corazón, elevando esa mirada piadosa, caminando sobre la pasión del hombre.

Adiós buen enemigo.

miércoles, 9 de junio de 2010

Dia...




Porque pude ser el gato del infierno y el perro que en una olla comió cada borona de mi deshaciéndose en ti. Decido ser parte de la línea sorpresiva de la quietud, y pretendo la corrupción, a ella simple, banal, mujer. No puedo, eso es lo que pasa, nada pueden estas manos pequeñas y simples, nada pueden los ojos de hombre, nada quieren. El susurro y la molestia sobreviven en nosotros, no hay escombros, o caminos o palabras que terminen en algún sitio, menos, todas las cosas infames, menos en mi quedan.

No, no hay nada el día de hoy, y la noche que es un día malcriado, maldiciéndonos mientras las manos salen de los bolsillos llenos de sudor amigo, tampoco ofrece…

Y el diario del perro sabe a miércoles con sabor a un día sin nombre.