miércoles, 23 de diciembre de 2009

Deshacernos en fiesta.



Los pies calientes, vejigas que se amoratan entre los dedos y me recuerdan que debo caminar dos cuadras más.
Llevo cuatro días con la idea de mezclar historias.
Generar una sola historia.
Hay una botella de Jack, escondida entre la alfombra enrollada que tiene mi cuñado en su guardarropa. Ese es nuestro regalo de salida.
No encuentro nada.
Quiero un trago.
Quiero dos tragos y que me entreguen un lugar para dormir con tranquilidad.

Seis horas de sueño no son suficientes.
Llego, las ampollas me recuerdan la razón.

Un dulce abre la garganta, entro a la iglesia. Es grande, hermosa, me gustan las iglesias.

L anoche tuve un sueño extraño. Un pez de hule me golpeaba en la cabeza y me reclamaba el cinismo, el descaro.

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