Amanecimos hablando, corrigiendo historias, corrigiendo frases dichas en lugares a los cuales no valdría la pena volver. Buscó la madrugada, ahí se quedó. Tomamos el vino que L, hola L, donó a la causa de madrugadas de corrección estilística.
Caminamos hacia la séptima, tomó un taxi… no pude dormir luego, me contaba el anhelo que hizo desaparecer, que ya no piensa en la piel de ella, bueno eso dijo, yo le creo. Me dijo de una y mil formas que él daría la vida por ella, y que ella lo ha maltratado. Luego me conto un cuento sobre la moda y la frivolidad, recordamos a esa niña Restrepo, loca y maniática… yo le dije que todas maltratan, y que todos maltratamos…
Estuvimos mas de cuatro horas, bueno estuve más de cuatro horas en silencio, viendo esa tirilla de imágenes, en las que apareces tú L… guarde silencio escuchando tus historias, mientras él sonreía… y contaba sus historias.
Nos quedamos sentados desesperando, de nuevo huyendo, de nuevo haciendo huir… me vi tomando un taxi rumbo a otra vida, esa, que se difícilmente voy a lograr… hoy no puedo estar de otra forma, y alguien tiene que pagar… estoy mareado… estoy mareado de tanto revolcar el fondo y no ver nada… hoy quisiera un poco de tranquilidad y un beso tuyo L.
Buen día para todos, hoy voy a hacer el daño…vamos a hacer daños… sigo mareado… es puro desespero hecho deseo…
Mi hermano, se sabe bien que los correos se demoran y que donde anda ahora, de la forma en la que anda, ya no los lee, allá nos vemos, yo haré lo posible por defender la piel. Siento mucho no haber estado frente a su cajón… entiéndame, me acobarda la muerte… entiéndame, yo se que usted lo hace; desarmaron la jauría… a este perro le queda difícil esconder tanta cobardía…
L pásame la mano sobre la cara… L buena, buena tarde…
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