lunes, 30 de noviembre de 2009

Baile...




Que incomoda es la incomodidad generada por la incomodidad de otro. Que incomodo es estar de esta forma en la que estamos. Me baño una vez, y otra, la comezón va devorando la piel. Los estragos no existen. Vemos los pedazos tirados, los levantamos…

Cantamos un par de horas sin una gota de alcohol en la sangre… esto de jugar a la precaución me está gustando… el perro quiere un poco de jabón entre las hendiduras a las que no llega el agua o el sol. El perro quiere que su flor lo vea sano. Como siempre anda con las pulgas que lo acompañan, pero ahora puede extender la cara al sol, y quiere un poco de ruido para bailar…
L gracias… aquí vamos a buscar un poco de gusto por todo… gracias por el aroma… viste, ya pasó…

No hay desgracias, son inventos no escritos… si empiezo a narrar, todo desaparece… Hablando de nuevo, la desgracia aparece de nuevo, mejor la divertimos y la escribimos…
Nuestras voces tranquilas caminan tomadas del brazo del temor, que lindo se siente y nuestra flor acuática y nadadora ilumina, da vuelta y alegra las tardes de angustia…

Gusto a sal en la boca… que delicia… una canción de nuevo…

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