Ayer recordaba como una cinta sin fin, cada uno de los episodios que han asaltado a mi familia y mi vida, enredados en la violencia de nuestra tierra. Todos hemos sido victimas, victimarios, testigos, agentes… sin embargo, explicarlo, más que contarlo, sin caer en el exceso del morbo o de la misma auto flagelación, resulta difícil. Resultó difícil contarte de una forma efectivista 19 años de mierda sobre mierda. Al final Phill Anselmo y Pearl Jam distrajeron el asunto. La exposición estuvo magnifica…la pequeñuela del señor Gripp, demostró con suficiencia su desarrollo como artista, salimos contentos…yo camine feliz en medio de un hedor a sangre sugerido…hubo excesos en la carencia y el abuso artístico. Normal.
Sótano al cual me iría a vivir con una de esas pupas angustiadas. Me hicieron falta más cosas de ti. Gracias Gripp.
Llevó 2 cuartillas de lo que posiblemente sea mi propuesta de cuento sobre el matadero. Es difícil que las páginas no escurran sangre o dolor, quisiera escribir una fabula de un maremagno de almas que son rescatadas por el sabor de la alegría de los suyos, sin embargo sería caer en la ramplonería del facilismo…una nariz destrozada y una tortura para nuestro imaginario también resulta asunto de fácil resolución…mierda, tal vez un vaso de té junto a ti aclararía el asunto.
La una de la tarde e inicio mi periplo de escondites, en pocas horas las culebras saldrán de la caja y vendrán a buscar mi olor. Ya no suelo ser tan rápido o hábil como antes, ahora soy más violento. Temo temer…eso no debe estar mal, temer al temor, no tengo temor de ti y de tu olor…bien lo saben tus manos frías…temo el golpe bajo que impulsa actos de agónica desesperación…otra vez dramático, horror…quiero un poco de puré, carne en salsa, arroz, y un buen vaso de cerveza.
El día miércoles, como siempre maravilloso.
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