jueves, 20 de agosto de 2009

De nuevo a esperar.

Me levanté con un dolor de cabeza de mil demonios, no fue resaca o guayabo, no, fue angustia acumulada mientras dormía. En este tipo de situaciones no se logra dormir, el cerebro en acto de defensa apaga las funciones vitales y ya. El dolor de pies es continuo, el dolor de todo es continuo. Desayuné, comí bien, un par de huevos sobre una deliciosa cama de arroz frito y jugo de mora…ja…que delicia de desayuno, lo recuerdo en este momento y me dan ganas de seguir desayunando hasta reventar, y reventar de una buena vez con todas esas malditas molestias de estar entre ustedes.

Salgo, me asomo al balcón, reviso que los dueños no anden por ahí, hoy tampoco les he de pagar. Ella sigue donde sus padres, se está hartando, es obvio, yo lo haría. La poesía no basta, los días felices tampoco bastan muy bien…y yo, maldita bestia paralela, me la paso inventado cada parrafada, que seguramente no llenaran platos o pagaran cuentas…realmente hoy no se que fumar…dice una canción.

Cuéntame un cuento y veras que contento, me voy a la cama y tengo lindos sueños…eso me gusta, me gustas, ya sabes que me encantas, ya sabes que el encanto es algo inconciente, por lo tanto la inconciencia es algo que no cuenta, y si cuenta solo se hace para acabar lentamente con la seguridad de sabernos un poco menos nosotros, y nosotros, eso no hay entre nosotros. Empieza el día sobre las doce y diez de la tarde, trataré de hacer el daño, trataré de iniciar un incendio en la cabeza de alguien, demostrando así que tengo valía, que soy valiente, que puedo hacer cosas que no alegren a nadie y que me satisfagan a mí.

Bastaría con saber que no hay suficiencia en mis palabras y que debería estar arreglando esa tesis con la que aspiro pagar las deudas, pero no quiero, no me da la gana de querer, me daría la gana de salir a buscarte, no se donde estas, entre semana y semana no se donde estas. Siempre me queda una lista insoportable de cosas por contar. No sequé el baño, no lavé la loza completa, dejé encendido el equipo de sonido, no tengo hambre, quiero dinero para dormir un día completo, dormir y soñar. Seguir cantando la razón de no tener ninguna razón y creer sobre mi argumento cansado de la vanidad que soy peor que otros y hay otros peores que yo…que mediocridad de día…pasa que nada pasa, si no tengo dinero. Que mierda de vida, que mierda de vida, que mierda de vida, que mierda de vida.
En la silla contigua, habla del sobre costo de la gasolina, que maravilla, que delicia de conversación. Cuatro adolescentes con actitud estupida, bueno, es normal, creo que tenemos derecho a serlo…coño hoy no se que fumar…no, no se que fumar….
Te suplico, que camines conmigo sobre las láminas ardientes del infierno.

Walk with me in heeeeeell

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