sábado, 10 de octubre de 2009

Caminando alrededor de las moscas



No hay forma de saber que hay en su cabeza, se percibe la banalidad, y yo aquí hago un juicio sobre lo que es y no es banal. Se mueven, gritan, quieren la atención del mundo; a mi me gusta la sombra de la pared en la cual no cae el sol, el fresco después de un día caluroso. Decido volver a pasar, los veo jugando con las poses que he visto fugazmente en televisores encendidos en restaurantes encendidos. Ajusto seis años sin ver un solo programa completo, ver televisión es vivir en el pasado, no hay nada que ver allí, no hay nada más decadente y asqueroso que un televidente. Otro juicio. Me gustan los juicios emitidos con arbitrariedad, todos los juicios se lanzan de la misma forma; existen diferencias, hay quienes los hacen creyendo que saben y así los promulgan, pues tiene verdades que deben ser enseñadas a sus inferiores. Ellos, los que tienen las verdades, tienen la cabeza en otro lugar, provincianos digo yo, otro juicio más. Vienen de puebluchos pequeños a puebluchos un poco más grandes a seguir haciendo lo que veían en sus televisores allá. Siguen imitando, se sienten bien haciéndolo, y haciendo la verdad para los suyos, mientras un solo ojo los observa, y quisiera verlos muertos. Bueno, luego están, claro que están los que si deben imitar poses que valen la pena, los decadentes por ejemplo, que con dos lecturas se hacen franceses, esos son los cómicos, los de la burla, luego los que deben imitar a los del norte, de la misma forma, otro tanto para reír, imitan la pose, no entienden formas de vida, no tenemos vida. Quedan los que no hacen nada y los que señalamos todo. Al final todos queremos divertirnos. ¿No? Al final no hay nada.
Treinta y seis botellas cuento desde aquí. Hay poetas, ja, en todo lado hay poetas, malabaristas de nada, allí no hay nada, un borracho más un borracho menos y ya. Hay cuentista, novelistas… ahora hay cuarenta y tantas botellas… todos tan escritores… están en la sesión del mutuo elogio, en un momento empezaran a decir: yo, mientras señalan su pecho, luego vendrán esas preguntas difíciles de contestar: gracias a quién…pues a mí… y entre el grito de uno y del otro, y del otro más allá ya no dejan escuchar la música, que egos tan escandalosos, tampoco se pueden pedir más botellas… yo vivo pasmado ahora con el trago, y el bajón es insoportable, me levanto, cierro el aparato…no, mejor sigo describiendo la escena de los ilustres, todos tan distintos, todos tan iguales, es el efectivísimo del porno, la misma secuencia con la misma perorata de siempre, me levanto de nuevo y pido una canción, no la tiene, ya se la traigo, llego con el aparato y pum, le digo que le suba un poco, esos allá siguen en lo mismo, el festival de las letras enredadas y la autocomplacencia, los balbuceos. Suena Sky is clear… como me gusta ese inicio, Just a man… esa es mi canción de hoy, el señor me pregunta sobre el significado de la canción, yo le digo que la escuche, que después le digo, dice que es buena, que no suena a esa bulla, yo le digo que si, que eso no es vallenato o…le da risa, me vuelve a preguntar, yo le contesto, si la vuelve a poner y le sube otro poco, hacemos trato. Luego otra más y otra más, se cansa y me dice que si quiero otra botella, bueno, pero espéreme voy por el aparato y pongo a funcionar los dedos, mentiras, un escritor de verdad, uno de los serios, diría, la cabeza, el imaginario…bullshit… ahora viene Evidence, el señor no me dice nada, y allá, los ilustres: peeroo como se le ocurre decir eso sobre mengano, pero nooo si perencejo es un hijue tantas, y que el que realmente se invento eso fue… ja… si seremos graciosos… recuerdo la razón por la que L y yo hablamos, siempre nos estamos contando historias, una de allá, otra de acá, terminamos haciendo un milagro de historias sin fin, nos rapamos la palabra y ya… no hay ganador, una sonrisa… el resto viene lento. Que importa como carajos se escriban, si es que algún día se han de escribir… eso es lo de menos, pucha ahora si me golpeo el frio de la noche, voy, me enfundo en la chaqueta, sigo con lo de los dedos. Recuerdo a los niñitos esos de la universidad X gritando, haciendo el escándalo y el ojo a cuatro metros de suelo que quiere verlos muertos, yo levanto la mirada y veo el ojo, yo estoy muerto a mi no me joda. Ahí vienen los escritores, no se de donde salieron, pero conocen todo, de todos y de cada cosa, que joda, me dicen que me acercan, bueno, este aparato no es mío, debo cuidarlo, por favor, me subo al carro, la que maneja es la mujer de uno de ellos, se voltea y me dice que me haga a su lado, no pareces tan tomado, no estoy tomado, estoy aburrido. Me hace falta mi compañera de charlas y de sensaciones raras, L, ella no me aburre, trato de explicarle, me da pereza. Arranca, se detiene, veo que tiene puerto para mi aparato, lo conecto mientras esperamos que uno de los borrachos, digo escritores, que diferencian muy bien eso, o se escribe o se emborrachan, pero viven borrachos y poco escriben…que jodas… en fin, que el señor, vomite, paramos de nuevo y ya suena Say Hello…The Nurse Who loved me…es linda esa condenada, L donde andas metida esta noche… L también es la condenada hermosa…ja…
Hemos esperado tanto para ver la cabeza despresurizar contenido, y a esta altura la temperatura es baja, imposible sobrevivir, caer no es posible tampoco, estamos de cara al suelo, con las manos en los costado, el suelo está tibio, dime hola, palabras con la letra i y cada párrafo leído ha hecho daño, una indigestión desbarrancada…el tono sube, cada octava cambia la percepción…limpia y deja residuos en el costado, ya no puedo más esta noche. La gasolina no se acaba, pero debo dormir un poco, quiero algo de calor esta noche.

Ya hemos recorrido el mismo sendero y la santa manía de sangrar no cesa
Lamento, ruego, lamento, cambio dolientes de la fatiga
Andenes soleados, robustos troncos inundando el jardín, vetusto, incapaz
Luciérnagas ciegas incandescentes habitan cada una de las bellotas luciferinas de mi boca
Hoy esta noche no hay hoy.
Cada una de tus lágrimas, pobres lágrimas, pobre de ti, lamento de nuevo la palabra
Lamento tus lamentos en los míos y no hay más que una docena de maldiciones vacilantes petrificadas…
Dormir no es escapar de nada…devastar en sueños las palabras.
Animal intoxicando la noche, esperando la lluvia, no hay lunas que iluminen la sombra del animal, no, no, no hay animales siguiendo reflejos o que usen el brillo para llegar.
Agua intoxicando la cama, no se escapa del reflejo, esta noche es posible que el lamento del jardín sea
La palabra y la palabra susurran en uno de mis oídos hasta dejarlo sordo. Cuéntame donde has estado…
L G N

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