lunes, 5 de octubre de 2009

Más agua. menos...



El asunto siempre va a ser de arrogancia, creer que hay sueños comunes…bastante idiota la idea.

Resuelvo, resuelvo que cada una de las porquerías que se me ocurren sobre la especie son pocas. Ahora resuelvo, sin poder solucionar el hambre. Sentir la presión de lo que no se ha sido y por cuestiones de honor, se debe sin querer. Querer cantar cada paso, el talón, la punta, la presión de las piernas, la presión. Disolver, es practico, deshacer…permitir que la aguja del percutor, reviente el fulminante y expulse el pedacito de plomo. L estás tan bien…L te tengo un caño para cuando vuelvas…

Hace tanto no me siento cerca de nada, bueno hay días en los que creo que escribir dará resultados, y que esa es la única forma de estar.

Pulgar e índice toman el plomo, el pulgar lo empuja al fondo del barril, el índice sostiene, el pulgar cierra el tambor.

Camino un par de cuadras por un rollo de papel higiénico, a la vuelta de mi casa lo vendían, pero hoy no creo que me lo quieran vender.

El índice se desliza y el pulgar sostiene…

L, me cuentas como está la costa.

Vuelvo a casa, no destapo el papel, me asomo por la ventana…nadie grita en la calle hoy. Yo no podría gritar en este mismo momento, la salida del aire se mantiene sujeta al capricho de tomar más aire. Luces demasiado tenso, caminas demasiado lento, no sabes morir.

El pedacito de metal entra, el pulgar y el índice se mantienen en el mismo sito, sostienen un vaso lleno de agua…aire y agua entran juntos, devuelvo el agua, toso, hago un reguero horrible en la casa.

L G N

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