jueves, 15 de octubre de 2009

Llegando, lloviendo...



No se abren las manos, las líneas no tienen intención. Caminar, volver a la calle, levantar la cabeza, ver como tomo un poco de agua. Seguir moqueando como dice Gripp, que será eso de andar moqueando y quejándose, que será, será alguna forma de distraerme de todo en medio de mis nimiedades… pura pretensión, alegoría que busca hacerse himno de un lugar innecesario.
Hoy pensaba en mi hermana… ahora vive en el faro del fin del mundo…ella si llegó, nunca tuvo miedo, murió varias veces entre nosotros y luego desapareció, murió de nuevo, caminó sobre la cordillera, finalmente llegó… y tu ya llegas L… un bolsillo lleno de egoísmos atorados te espera… a mi hermana ya no la siento viva en mí…eso de alguna manera debe ser triste…
El día que nació, mi viejo la bajó envuelta en un manto oro y su cabeza oro se fue haciendo ceniza con el paso de los años, hasta desaparecer…no la recuerdo el día en el que bajamos a mi viejo en un manto tierra, Sandra se despidió de nosotros cuando tenía ocho… extraño tener hermanos…
A horas de verte…te veo… el perro está sentado en una esquina, la que escojas…
L G T

No hay comentarios:

Publicar un comentario